Poco después de mudarse, Hunter se da cuenta de que puede que no esté solo. Y quién, o qué, comparte la casa puede sumergirlo en una pesadilla de la que nunca podrá escapar. Las chispas vuelan cuando se encuentra con su apuesto vecino, un cuidador de la finca de al lado, pero ¿es el hombre la salvación... o la fuente del terror de Hunter?
Mil gracias a AL!
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