Con Cane, había pasado por un infierno, y ahora iba camino al altar prometiéndole mi vida a un hombre por el que había arriesgado todo.
Algunos me llamarían ingenua. Me considerarían una loca.
Otros dirían que era una tonta enamorada.
Pero sabía lo que éramos, y sabía que lo que teníamos era real.
En cada matrimonio siempre hay algo que puede detenerte o hacerte dudar, y esta iba a ser una de nuestras guerras más grandes hasta el momento, o nuestra mayor victoria.
Mil gracias a SB!
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