Cuando veo al Padre Niall parado en los escalones de su iglesia, su sonrisa abierta y sus brazos acogedores son justo lo que necesito. Aunque no soy católica, asisto a sus servicios y me sumerjo en el sonido de su voz y en el calor de sus ojos. No creo que se fije en mí. Hasta que un día, lo hace. Y entonces le confieso el dolor que siento cada vez que lo veo. El Padre Niall es misericordioso y me ayuda en todo lo que le pido. Pero cuando se entera de quién soy realmente, su propio pasado peligroso sale a la luz. El Padre Niall no es lo que parece... pero tampoco yo.
Mil gracias a MMDF!
Publicar un comentario
Publicar un comentario