Eso es lo que decía el anuncio, y al ver lo patética que parecía su cuenta bancaria, Gwen decidió ¿por qué no moldear su cuerpo en uno de esos juguetes de tamaño natural que a los hombres les gusta comprar? No es como si ella realmente tuviera que hacer algo con ellos.
Simple, ¿verdad? Pero no cuando el CEO de ensueño, demasiado joven y guapo de la compañía la ve y decide que la quiere para él solo.
Mil gracias a MD & BE!
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