Siempre había sido la chica buena, la adicta al trabajo con cada segundo de su vida planeado a la perfección. Entonces quedé atrapada en un ascensor con Julian Hoult. Él era... irresistible. Sexo sofisticado en una pulcra camisa blanca. Solamente su voz me puso de rodillas. ¿Que se suponía que debía hacer?
Bien...
Puedo decirte lo que definitivamente no debía hacer. Se suponía que no debía encontrarme con él nunca más. Se suponía que no debía estar desesperadamente desempleada y definitivamente no debía aceptar su pequeña y sucia oferta de trabajo. Pero no pude resistirme.
Como CEO del imperio Hoult Media, Julian no se detendrá ante nada para conseguir lo que quiere. Así que, para su próximo negocio con los multimillonarios más lascivos de Manhattan, me contrató para que actuara como cebo. Y aunque mi título oficial es Asistente Ejecutiva, mi trabajo real requiere tops pequeños, faldas ajustadas y hacer alarde de todos mis atributos hasta que sus clientes sean fáciles de doblegar, hasta que ya no puedan pensar por sí mismos.
Es sórdido e incorrecto. Va contra todo por lo que he trabajado. Pero con Julian como mi espectador, no puedo evitar disfrutar cada segundo. Gracias a él, estoy abrazando mi lado malo, y lo juro... Nunca en mi vida me sentí tan bien.
Mil gracias a SM!
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