Las serpientes comen pescado, y a las sirenas les encanta destrozar a sus némesis serpentinas con sus manos y dientes. En cuanto a las gorgonas... preferiría no pensar en ellas en absolutos.
Lo último que quiere Tulio es gobernar el reino de las sirenas. En primer lugar, apenas puede nadar. En segundo lugar, tiene más que su parte justa de los genes de su padre. En tercer lugar, ¿qué se supone que debe hacer una princesa sin litoral con un reino acuático?
Si se sale con la suya, nada. Añade su pequeño y sucio secreto de asesinatos en serie y es un desastre internacional por ocurrir.
Solo hay un pequeño problema: el guardaespaldas de su padre la tienta de una manera que nadie debería, y si no tiene cuidado, descubrirá sus secretos, la domesticará y la infectará con un grave caso de normalidad.
Advertencia: esta novela contiene humor, acción, emoción, aventura, magia, romance y cuerpos en exceso. Proceda con precaución.
Mil gracias a BB!
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