Miles Reynolds me conmocionó la primera vez que lo conocí. Con su barba llena y su culo esculpido, era cada centímetro un dios griego heroico y poderoso.
Me salvó de una mala situación y ahora es en todo lo que puedo pensar. Cada minuto de cada hora de cada día, quiero a ese hombre.
Él me advirtió. Dice que no puedo manejar lo que tiene para dar.
Pero yo se que si.
Miles es exactamente lo que necesito, ahora y para siempre.
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