De hecho, él quiere que salga con chicos de su edad. Pero a Fallon no le importa eso.
Lo único que a ella le importa es que no puede quitarle los ojos de encima a Dean, su vecino, su mejor amigo, el tipo que le enseñó a andar en bicicleta y a trepar a los árboles.
Lo único que le importa es que a veces Dean tampoco puede quitarle los ojos de encima. Y que a veces la mira como si quisiera besarla.
Así que no importa que él tenga treinta y dos años y ella dieciocho.
Todo lo que importa es que se pertenecen el uno al otro, y ella necesita convencerlo de eso.
Lo bueno es que van a hacer un viaje por carretera juntos, ¿verdad?
De California a Nueva York; cuatro mil ochocientos kilómetros y una historia de amor cocinándose...
Mil gracias a CDLL!
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