Anderson Black está perfectamente bien estando perdido. No le importa la nueva residente de la ciudad, está demasiado ocupado luchando contra sus propios demonios. Pero cuando se encuentra cara a cara con Wren, puede ver sus heridas aún frescas desde un kilómetro de distancia. Lo que no ve venir es su necesidad de saber quién las puso allí, o su desesperación por repararlas.
A veces perderse es la manera de encontrarse a uno mismo. A veces la curación sólo añade una nueva cicatriz. Y, a veces, el último lugar en el que esperabas estar, es exactamente donde encuentras tu hogar.
Mil gracias a PB!
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