Nunca había pedido un descanso. Había sido una pequeña solicitud de espacio para poder pensar. Solo tiempo para reflexionar y encontrarme. Amar a Marty nunca había sido el problema. Era la palabra matrimonio lo que me perseguía. Al final, nada de eso importó. Marty demostró ser exactamente lo que me temía. Infiel. Y me había engañado, no una, sino dos veces. Seguro que no habría una tercera vez.
Marty.
Tres largos años y solo con verla siento como si la electricidad me sacudiera de un sueño desconocido. Incluso con mucho tiempo preparándome mentalmente para esto, estar cerca de Fiona me recordó lo que nunca había logrado encontrar en otra mujer. Incluso si ella estaba loca como el infierno. Una mezcla de caliente, fría, divertida, brutal, todo envuelto en un maldito hermoso paquete. Cuando salí de la ciudad, me estaba alejando de cualquier recuerdo de ella. Protegiéndome de la única manera que podía. Pero mi hermano gemelo y su hermanastra estaban casándose. A diferencia de nosotros, Shay y Mack podrían arrancarse los ojos un minuto y estar locamente enamorados al siguiente. Sobrevivir al fin de semana de la boda fue lo único que Mack me pidió. Podría hacerlo. Tenía que hacerlo Incluso si necesitara todo el whisky de Savannah. Fiona no me rompería.
Mil gracias a PB!
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