Una diferencia de edad de diez años tampoco importa.
¡Ni el hecho de que sea el primer hombre en tocarme!
Lo único que importa es que me hace sentir bien, muy bien.
Y ahora, no puedo dejar de soñar con una familia junto a él.
Sí, no hay premios por adivinar que soy la nueva niñera totalmente enamorada de su adorable y pequeña hija... (y de él).
El multimillonario me ha dado mil millones de razones para sonreír.
Pero todo el mundo dice que está roto, dañado, con cicatrices.
Bueno, estoy decidida a poner una sonrisa en su cara para ayudarle a vivir la vida una vez más.
Sólo si me deja...
Mil gracias a SDLC!
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