Puedo vivir con estar atrapada en el otro extremo del espacio. Puedo vivir con tener que pasar semanas en una estación abandonada en un cinturón de asteroides. Claro, no pertenezco a este lugar, pero tengo mi libro y mi gato protector de ocho patas conmigo. Debería estar bien.
No estoy bien.
Mi anfitrión alienígena, Jerrok, es un idiota. Es hosco y desagradable. No se ha bañado en años. Es parte cyborg, y todas esas partes parecen estar cayendo a pedazos. Él es el que está a cargo de esta estación remota, lo que significa que estamos obligados a interactuar. Es una situación absolutamente miserable para los dos... Hasta que me doy cuenta de que toda su ira y sus fanfarronadas están ocultando el hecho de que es considerado y comprensivo. Él también es protector y me mantiene a salvo cuando se acercan los malos. Cuando me lastimo, él es el que cuida con ternura mis heridas.
Jerrok también se siente intensa y absolutamente solo, como yo. A medida que pasa el tiempo, empiezo a preguntarme... tal vez donde pertenezco no sea un lugar... sino una persona.
Mil gracias a TSC!
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