Cuando me fui de casa, juré que nunca volvería a ocultar nada sobre mí. Desde la universidad, pasando por la facultad de derecho, hasta el Senado de los Estados Unidos en representación de California, lo he hecho todo como hombre gay declarado.
Por eso, cuando estoy en DC y veo a un chico guapo en el bar del hotel, no dudo en proponerle una cita... justo antes de que salga corriendo y deje sus gafas de sol como mi propia Cenicienta.
Anson.
Siempre he sabido que soy gay, pero nunca he actuado en consecuencia. Fingir no es fácil, pero significa que puedo seguir jugando al fútbol. Nadie ha adivinado nunca mi secreto hasta el hombre guapísimo en un bar de DC. Al menos él no sabe quién soy: el mejor Ala Cerrada de la NFL, que juega en los Atlanta Lightning. Aunque mi identidad no permanece en secreto para él durante mucho tiempo.
Entre mensajes y llamadas nocturnas, llegamos a conocernos. West es la única persona que conoce todas mis partes, igual que yo conozco las suyas. Cuando me pide que pasemos una noche juntos para enseñarme lo que es estar con un hombre, no puedo negarme. Pero una vez no es suficiente, y seguimos saliendo a escondidas, encuentros breves, en California, Georgia o DC, llenos de toques apasionados y verdades susurradas. Nunca pensé que tendría amor.
West nunca pensó que lo querría. Ahora estamos juntos, pero a él aún le queda tiempo en el Senado. Yo tengo obligaciones contractuales que cumplir, y estoy en el armario. Ni siquiera vivimos en el mismo estado. Las probabilidades están en nuestra contra, pero si hay algo que sé, es cómo ganar.
Él es el final del mayor reto de mi vida, por el que estoy apostando mi futura felicidad.
Mil gracias a HFT!
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