No es ningún secreto que el detective Mike Thatcher no era fanático de los bebedores de sangre. Le robaron la vida, su mujer, su futuro cuando secuestraron a su novia de la universidad. Así que, por supuesto, el destino lo emparejó con la única cosa que había pasado los últimos once años odiando... un vampiro. Pero Giselle no es un vampiro cualquiera. Ella es seducción, pecado, fuerza y fragilidad, todo envuelto en un paquete helado.
“Eso podría llevar mucho tiempo. Tengo muchos demonios."
Giselle tiene motivos para su exterior de papel de lija, pero son de ella y solo de ella. Luego llegó el único macho que nunca quiso. Su destino. Mike la cambió de una forma que a ella no le gustó. La ablandó. Él hizo que ella se preocupara. El hermoso imbécil la hizo sentir, maldita sea. Y acaba de dejar en claro que la carrera ha terminado. Dejar entrar el amor demostraría ser el mayor desafío al que se había enfrentado.
Pero mientras Mike deja ir el pasado, ¿puede Giselle hacer lo mismo? ¿Puede ella desnudar su alma? ¿Mostrarle vergüenza? Justo cuando Giselle deja de luchar contra lo inevitable, su mundo entero no solo cambia sobre su eje... se cae de una puta vez.
Mil gracias a GLO!
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