Recién salida de una mala relación que terminó después de que un accidente de coche la dejara con movilidad limitada, la contable independiente, Cassidy Morgan ha renunciado a los hombres. Al menos, ese es el plan. Hasta que un perro que ladra frenéticamente la lleva a la casa de un vecino, donde encuentra a un misterioso hombre desmayado y sangrando en el suelo... y murmurando cosas como: “no, me encontrarán” cuando intenta llamar a una ambulancia.
Sí, eso no es en absoluto preocupante.
A pesar de la actitud hosca de Markus, Cassidy intuye que hay algo más que trabajo debajo de su exterior rudo y distante. Sea lo que sea, es muy sexy.
Con alguien todavía intentando matarlo, Markus no quiere que una inocente salga lastimada, y mucho menos que lo cuide.
Si tan solo su perro no estuviera locamente enamorado de ella.
Si tan sólo la química entre Markus y Cassidy no explotara cada vez que están en la misma habitación.
Si al menos Cassidy no fuera ahora un objetivo también.
Mil gracias a SD!
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